Infanti, juvenil, octubre
¡Vaya apetito tiene el zorrito!. Claudia Rueda. Serres
El zorrito se ha despertado con un hambre más grande que su cueva. Y sale a buscar con qué saciarla. Cuando junta diez huevos, regresa a su casa dispuesto a cocinar una inmensa tortilla para él solito. Pero le espera una sorpresa que le hará comprender que hay un placer más grande que una sabrosa comida para él solito
Un barco en el cielo. Quentin Blake. Kalandraka
Durante un año, el autor se reunió y mantuvo correspondencia con los pequeños para que estos tuvieran la oportunidad de plasmar su idea de un mundo mejor. El resultado, un generoso y peculiar recorrido por la faz de la tierra.Isabel y Nicolás deciden restaurar los restos de un barco abandonado que han encontrado en la playa. La embarcación levanta el vuelo y se convierte, con la ayuda de unas cigüeñas, en la esperanza de los que más sufren
En La noche que Wendy aprendió a volar nos pone frente a una joven agente, Wendy, quien, aventuramos, aún habrá de protagonizar muchas historias tan trepidantes como ésta. La cualidad de Wendy, que lleva un nombre curioso extraído de “Peter Pan”, es que se trata de una joven –que en la noche en que transcurre la acción cumple 23 años- llena de miedos, de dudas, muy alejada de las heroínas intachables y, sin embargo, esto la hace más humana y la acerca al lector.
Niko tiene miedo. Todos los días. Cuando va al colegio, Matthias, Kevin y Raphael le están esperando allí; le pegan, le dan patadas y le chantajean. Los abusos son cada vez más frecuentes y más brutales hasta que Niko no ve otra solución y concibe un plan. De alguna manera tiene que conseguir hacerse con un arma…,
